Campesinos se comunican y están al tanto de precios de sus productos. Estudio halló que el trabajo infantil disminuye con aumento del ingreso
Por: Luis Davelouis Lengua
EL COMERCIO - PERU
El aislamiento representa por sí mismo una desventaja competitiva y estructural, y las tecnologías de la comunicación posibilitan cerrar la brecha de la distancia y el acceso a la información, mejorando las condiciones de vida de las personas a las que alcanza, concluye el trabajo realizado por Dieter Beuermann, doctor (PhD) en economía por la Universidad de Maryland (Washington, EE.UU.).
De acuerdo a sus hallazgos, el ingreso de la telefonía satelital, primero, y la celular, después, a poblados alejados de los mercados y entre sí, generó mejoras muy significativas en un plazo aproximado de solo tres años. El valor por cada kilogramo producido (producción agrícola agregada de, principalmente, papa, plátano, yuca y maíz) se incrementó en 14,8%; y los costos agrícolas se redujeron en 22,6%. Además, los niveles de productividad agrícola se incrementaron en 18%. “Todo ello demuestra el gran potencial de desarrollo que tienen las telecomunicaciones para el empobrecido pequeño agricultor”, reza el informe.
Pero va más allá: Beuermann halló que el aumento del ingreso familiar no produjo, como hubiera podido esperarse, un incremento en la ocupabilidad de mano de obra infantil, sino todo lo contrario. Al subir el ingreso, los niños podían dedicar más tiempo a la escuela y menos a trabajar. De hecho, la proporción de niños entre seis y 13 años que reportaban la escuela como actividad principal se elevó en 13 puntos porcentuales (llegando a 31,6%) en ese período de tres años. Además, la probabilidad de trabajo infantil agrícola se redujo en 25,6%.
¿CÓMO ASÍ?
La información simétrica es un elemento clave de la teoría de mercado. Por ejemplo, antes de la llegada de las telecomunicaciones, un pequeño agricultor de papas de una localidad alejada estaba prácticamente obligado a vender su producción al precio que algún intermediario le quisiera pagar. Sin comunicación, no podía informarse sobre las condiciones en que ese mismo producto se vendía en otras localidades o a qué precio llegaba al consumidor final.
Ahora, comunicado e informado, puede negociar con el intermediario un mejor precio e incluso puede informarse respecto al clima y otros factores que pueden influir en su producción.
Ello también dinamiza la economía: el consumo en las zonas con cobertura creció 10%, el valor del consumo de alimentos se incrementó en 9% y en 11,6% el consumo de bienes no alimenticios. Muy impresionante.
No hay suficiente investigación
“En las universidades peruanas no se hace investigación de manera sistemática y consistente, como de hecho sí se realiza en otras universidades de otros países, incluso de la región, como México”, explicó el economista Dieter Beuermann, especialista en temas de microeconometría para el desarrollo y diseño de políticas públicas.
“Las universidades se abocan principalmente a dos actividades: docencia e investigación. En el Perú sucede en casos muy aislados [...] casi todas están volcadas totalmente a la labor educativa”, agregó.
Las universidades peruanas ocupan los últimos lugares en los ránkings internacionales, principalmente, porque no hay programas de investigación que destaquen frente a otros —incluso— de la región.
“Dos o tres universidades están empezando a hacerlo, pero es aún muy reciente”, finalizó.
EN PUNTOS
Todavía queda un 20% de los distritos en el Perú sin cobertura de telefonía celular.
El estudio se realizó sobre una muestra de 6.509 centros poblados en costa, sierra y selva de entre 300 y 4.000 habitantes, de características relativamente homogéneas: debía existir algún acceso al poblado vía trocha carrozable o afirmado y debía tener al menos una escuela primaria y una posta de salud.
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