25 de junio de 2010

Pequeño Agricultor hoy. Empresario del Agro mañana*

(*) Artículo escrito para el movimiento “Contigo Lambayeque”

El titulo del presente artículo sugiere el camino que podría seguir la pequeña agricultura en el proceso de profesionalización de su actividad y de cómo el agro puede convertirse en una actividad más sólida, rentable y sustentable. El agro como toda actividad se desarrollará mejor cuando mayor sea la educación y capacitación de los agricultores, pero alternativamente a este proceso de mediano y largo plazo; es posible implementar mecanismos para impulsar a los agricultores a que puedan avanzar de una forma más rápida y segura.

El agro, que duda cabe, es una actividad de mayor riesgo que otras actividades económicas. Empresas profesionales dedicadas al agro aprenden a administrar el riesgo primero asegurando sus fuentes de agua (si no hay agua segura es mejor no arriesgar) lo segundo es no sembrar en zonas que regularmente son azotadas por la naturaleza (desbordes de ríos, huaycos, granizadas etc.) y lo tercero es diversificar tanto en zonas de producción (sembrar en diferentes regiones) en cultivos (diferentes productos) y mercados (tener varios clientes en distintos mercados nacionales e internacionales).

Pero cómo un pequeño agricultor con dos o tres hectáreas puede pensar en diversificar su riesgo. Difícilmente se puede sembrar una hectárea de un cultivo permanente como los frutales y una hectárea de un cultivo transitorio como el arroz o maíz. Si se tiene poca área de cultivo lo mejor - por eficiencia - es sembrar toda el área de un mismo cultivo y qué pasa si los precios bajan y los agricultores están expuestos a un solo cultivo. Es aquí donde esta faltando una herramienta de apoyo a la agricultura: los seguros agrarios. Los seguros en el agro permiten proteger las plantaciones contra riesgos climáticos y también riesgos de mercado. No obstante implementar estos seguros requiere romper un círculo vicioso que impide su masificación, hay bastante desconfianza del sector, falta de información de siniestros y ausencia de mecanismos transparentes de formación de precios.

Poder implementar los seguros en el agro requerirá de un programa nacional subsidiado por el estado en sus primeros años. Es posible hacerlo y debemos hacerlo. Eliminar este riesgo para el sector hará posible que bajen las tasas del interés que le cobran al agricultor y que las entidades financieras estén más dispuestas por financiar al agro. Otra consecuencia de mejorar el acceso al seguro agrario es que se podrá financiar proyectos de inversión, esto quiere decir líneas de capital de largo plazo a tasas moderadamente bajas que permitan a los agricultores comprar tierras y emprender proyectos de larga maduración como los cultivos de frutales. Es importante que los buenos agricultores tengan la oportunidad de crecer comprando las tierras de sus vecinos que atraídos por los buenos precios de las tierras puedan optar por vender.

Con un sistema eficiente de seguros, los bancos tendrán mayor disposición a financiar compra de tierras e instalación de cultivos permanentes. Muy importantísimo es, para un buen agricultor que ahora administra dos o tres hectáreas, darle la oportunidad de crecer hasta tener unas seis o más hectáreas en un sistema donde hayamos podido quitarle el estrés al agro, ese miedo de perder todo en cada nueva campaña agrícola, ese ciclo de perder, ganar, perder, ganar que no hace otra cosa que condenar a nuestros agricultores a la descapitalización.

La pequeña agricultura debe consolidarse y los pequeños agricultores deben profesionalizarse y cuando digo profesionalizarse no necesariamente quiere decir tener una educación superior, sino capacitación específica en manejo de sus cultivos y manejo de conceptos y competencias básicas como la importancia de llevar un presupuesto, control de costos, valoración por el ahorro, re-inversión y valoración de su actividad.

De lo anterior, resalto que valoración de la actividad refiere a que el agricultor debe sentirse orgulloso de la labor que realiza, pocas actividades permiten crear vida como lo hace un agricultor al momento de la siembra, además de tener la noble tarea de alimentar a la población. Un agricultor debe sentirse orgulloso de lo que hace, puesto que alguien descontento de su oficio difícilmente tendrá buenos resultados.

Es muy probable que vayan surgiendo potenciales empresarios dentro de nuestra pequeña agricultura, necesitamos darle un impulso para acelerar este proceso. Progresivamente se irán conformando empresas familiares que van a ir extendiéndose en otras regiones e integrándose más al mercado. Es dentro de estas empresas familiares donde se debe ir identificando a los emprendedores del futuro: jóvenes con potencial para los negocios y a quienes se les puede brindar - a través de un programa del Gobierno Regional - becas para educarse en las mejores universidades del mundo y que luego vengan a aprovechar oportunidades en su región apoyados por fondos de capital semilla (fondos que ayudan a crear empresas). Son estos jóvenes con talento, buena educación y visión global quienes llevarán a estas empresas familiares agrarias a ser empresas mucho más profesionalizadas, éste es el futuro que debe sembrarse hoy.


Ángel Manero Campos

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Colocar su Nombre y Apellido al final del comentario.