La agroindustria debe entenderse como la actividad que da valor al producto agropecuario y esta propuesta de valor no necesariamente pasa por la transformación física o química del producto. Podemos encontrar valor simplemente con el almacenamiento apropiado para esperar un mejor momento de mercado, con el empaque de productos lo más frescos posibles, con la administración del canal de distribución, desarrollo de marcas, certificaciones, procesamiento etc. Como precisamente se trata de dar valor al producto del campo, la importancia de promover la agroindustria se convierte en “interés público”.
La agroindustria sólo tendrá viabilidad si genera riqueza en el medio donde se desarrolla y debe ser, en forma gradual, cada vez más competitiva para ser sostenible en el tiempo. Si analizamos la competitividad de la agroindustria con la metodología del Diamante de Porter (ver gráfico) vamos a encontrar que es necesario un análisis de los factores de producción, demanda, clúster, competencia y además dos aspectos importantes: el gobierno y el azar. Este análisis será diferente según el tipo de agroindustria que queramos evaluar: la grande, la MYPE o la rural.
La gran agroindustria requiere para su desarrollo aspectos macro de competitividad como infraestructura, servicios, apertura comercial, buena administración de justicia etc. La MYPE que pueda desarrollarse en las ciudades requiere condiciones macro al igual que la gran agroindustria pero sumándole capacitación y mejor acceso al crédito; sin embargo a esta agroindustria hay que dejarla competir con otros sectores para que demuestre por sí sola su viabilidad. Mal haríamos en subsidiar eternamente una actividad en las ciudades cuando existen otras actividades que son más rentables y competitivas.
La que merece mayor atención debe ser la agroindustria rural, primero porque todas las estrategias de promoción pueden ser fácilmente trasladadas a otros tamaños de agroindustria y segundo porque allí sí se justifica plenamente el rol subsidiario del estado.
El sector rural es el que mayor grado de pobreza tiene y requiere de políticas de fomento para que nuestro país disminuya el grado de desigualdad. Pero cómo definir un plan de desarrollo de la agroindustria rural. Habría que imaginarnos por ejemplo un productor de quesos de un pueblo rural con unos 500 habitantes. Esta persona hará quesos fundamentalmente para que su leche no se pierda, puesto que si tuviera un buen mercado para la leche fresca éste le sería más rentable. Entonces aquí más que promover el negocio del queso debemos promover el negocio de la leche entera.
Lo siguiente que debemos evaluar es el producto-mercado o será leche fresca que álguien viene a recogerla al hato o es necesario que esta leche tenga un procesamiento local de pasteurizado UHT y envasado. Esto va a depender, entre otros aspectos, de los factores de producción, nivel tecnológico, integración con otros productores y de la demanda para el producto segmentando mejor mi mercado es decir hacer un breve “plan de negocio”.
Luego nos toca evaluar la parte micro, cuál es el tamaño de unidad productiva óptima, cuántas vacas debo tener, cómo mejorar el rendimiento (genética, pasturas, control sanitario etc). Hasta aquí hay varias interrogantes de cómo este negocio puede tener éxito y si regresamos al Diamante de Porter vamos a encontrar que dependiendo de la zona donde nos encontremos habrá agroindustrias más apropiadas que otras.
Entonces una intervención de promoción gubernamental para este tema debe pasar por generar mecanismos de identificación y promoción especifica de agroindustrias viables según la localidad, aquí pueden servir programas como los Fondos Concursables (algo que ya existe y puede reforzarse) y lo segundo es establecer mecanismos de promoción transversales que permitan desde el sector público apoyar estos emprendimientos.
Los fondos concursables pueden ser una herramienta eficiente de subsidio tecnológico que permita facilitarles equipos, instalaciones, pasturas, genética etc. a los productores organizados, pero buscando la sostenibilidad de los proyectos para lo cual siempre es recomendable identificar a un operador eficiente que pueda hacer que los activos se conserven, operen eficientemente y generen riqueza.
Los mecanismos de promoción transversales pueden ir desde fondos de garantía para el financiamiento y quizás lo más importante: desarrollar los mercados locales (internos). Cómo: con mejores caminos o aumentando el poder adquisitivo de la población. Para lo segundo hay varios mecanismos uno de ellos es el programa “juntos”, el cual aumenta el poder adquisitivo de la población vía un subsidio directo; también está la posibilidad de transferir partidas especificas a los municipios para la compra de producción local.
En mi opinión es mucho más eficiente dar el dinero directamente a la población puesto que genera mercados más eficientes y genera competencia entre las actividades que se puedan desarrollar localmente lo que hará que aumenten su nivel de competitividad. También hay que precisar que complementario a ello es la implementación de programas de alimentación en los colegios para asegurar la adecuada ingesta calórica y proteica en los niños.
Los fondos de garantía para el financiamiento son los que van a permitir el crecimiento de estas agroindustrias, ya que lo único que garantiza la vida de un negocio es el crecimiento constante. Es inviable pensar que siempre vamos a tener una empresa agroindustrial pequeña. Estos fondos de garantía son una herramienta muy eficiente para promover por ejemplo el desarrollo de la palma aceitera y su industria en nuestra amazonia.
De la mano con lo anterior se debe promover programas como “sierra productiva” lo cual hace que mejore la disponibilidad de los factores de producción y se pueda ir incorporando tecnologías que ayuden a integrar la parte agrícola con la agroindustria. Aquí es necesario el procesamiento para contar con alimentos todo el año.
Para resumir si necesitamos promover la agroindustria rural como un medio de mejorar el nivel de vida de las poblaciones pobres y para esto debemos implementar mecanismos de promoción desde el sector público. Mi opinión es a que puntualmente se implemente:
• Programa de fondos concursables con enfoque territorial
• Reforzar el programa “juntos” en esas localidades
• Implementar sierra productiva en esas localidades
• Fondos de garantía para el financiamiento
Elaborado para IICA – PERU
Ángel Manero Campos
Que buen articulo me ha servido mucho para entender las agroindustrias gracias!!!
ResponderEliminarvisita mi blog y comenta:
http://www.aulaagronegocios.blogspot.com/
ME PARECE BIEN LO ESCRITO SOBRE LOS ASPECTOS DE DESARROLLO AGROINDUSTRIA RURAL, PARA DAR UN DESARROLLO ECONOMICO DE VERDAD DE NUESTROS CAMPESINOS
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