Recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) por una producción sostenible y más intensiva
Por Raúl Yaipén Carranza
Lima, 7 Junio (Agraria.pe) La iniciativa de la FAO (creación de escuelas de campo) nace hace más de 20 años como respuesta a las diversas problemáticas generalizadas en el agro como son: el uso de indebido de plaguicidas con exceso de carga tóxica, brotes de plagas, pérdidas de cosechas; entre otros.
La metodología consiste en adoptar métodos alternativos al empleo de plaguicidas o químicos tóxicos, generando en los pequeños productores un enfoque de gestión basado en un caudal de conocimientos y en las condiciones y capacidades locales, implementado sistemas que puedan desarrollarse de la mano con sus actividades diarias.
Para el Departamento de Agricultura y Protección del Consumidor de la FAO, el programa y las sesiones de capacitación siguen las distintas etapas y fases de crecimiento de un cultivo, desde la preparación de suelo hasta la cosecha y los procedimientos de postcosecha. Beneficiando a los productores de algodón, arroz, hortalizas, mango; entre otros.
Por otro lado, también verían los beneficios de la capacitación actividades no agrícolas como: acuicultura en estanques, entre otros.
Beneficios para los agricultores y las comunidades
Según el Departamento de Agricultura y Protección del Consumidor de la FAO, implementando las escuelas de campo los agricultores adquirían un conocimiento práctico y concreto de los mecanismos agronómicos, ecológicos y económicos fundamentales en los que se basan los sistemas productivos.
Para los representantes de la ONU, a través de la capacitación y de los programas de seguimiento posterior, los agricultores adquirirían confianza en su propia capacidad para adoptar las decisiones de gestión más acertadas y construir grupos sólidos que sigan explorando y desarrollando nuevos temas en las sesiones sucesivas encontrando mayor valor para la investigación, preparándose para nuevos retos agronómicos futuros.
Asimismo, la organización internacional afirma que los productores mejorarían sus conocimientos agronómicos, gestionarían de mejor manera la fertilidad de los suelos y diversificarían los sistemas productivos mediante la agricultura de conservación, mejorando su manejo integrado de plagas, preparando sus capacidades de reacción ante el cambio climático.
Las escuelas de campo y su función
La FAO reconoce que las inversiones futuras se darán en apoyo de la adopción eficaz, a largo plazo y que éstas responderán a metodologías mejoradas de extensión que abarcarán: la formulación y extensión de proyectos piloto en escala significativa, la movilización de capacitadores y directores de escuelas de campo, la convocatoria de reuniones regionales e internacionales con miras al intercambio de experiencias y nuevos programas de formación entre los países.
Asimismo, la organización internacional considera que la iniciativa convocará a reuniones regionales con miras al intercambio de experiencias y nuevos programas de formación entre los países, creará redes existentes de capacitadores y escuelas, para que los productores puedan adquirir capacidad de gestión.
Finalmente, para la ejecución, desarrollo y éxito del programa de escuelas de campo la FAO recomienda que los gobiernos centrales, regionales y municipales estén unidos y elaboren estrategias conjuntas en beneficio de los pequeños agricultores, abordando compromisos de desarrollo con políticas agrícolas y medioambientales sostenibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Colocar su Nombre y Apellido al final del comentario.