18 de mayo de 2009

Despega la industria azucarera

Aunque ya no bajo el liderazgo de las familias Gildemeister, Larco, Pardo o Aspíllaga, que tuvieron las azucareras hasta la nefasta reforma agraria, sino con los Rodríguez, Oviedo, Huancaruna y Wong, entre otros accionistas de importantes grupos empresariales del país, la industria de la caña de azúcar ha empezado a desarrollarse de nuevo en el Perú.

El Comercio - Perú

El año pasado el país exportó casi US$25 millones, 32% más que en el 2007, y este año también aumentaría si se mantienen las actuales condiciones climáticas y el nivel de agua.

Y no solo eso. Muchas de las azucareras han incursionado en otros cultivos de exportación —páprika, ají piquillo, etc.—, otras siguen produciendo bebidas alcohólicas y más de una ya está haciendo estudios para producir biocombustible como etanol.

En resumidas cuentas, las familias de antaño han sido reemplazadas por sólidos grupos empresariales.

SE HAN CAPITALIZADO
Según el especialista en temas agropecuarios, Fernando Cillóniz, las azucareras han logrado capitalizarse rápidamente y están muy sólidas, luego de haber pasado un período de descalabro generado por la reforma agraria. Además, la consultora del Ministerio de Agricultura, Roxana Orrego, confirmó el buen momento que están atravesando las azucareras, tanto en la producción de azúcar como en hectáreas de tierra sembradas.

Carlos Contreras, especialista en historia económica de la Pontificia Universidad Católica, destacó la importancia del desarrollo de las azucareras no solo porque permite reactivar un importante sector agroindustrial y generar puestos de trabajo, sino porque propicia la generación de riqueza fuera del departamento de Lima. Todo esto —destaca— también va a fortalecer un sector económico que favorecerá el desarrollo regional.

LA MÁS PODEROSA
De las trece azucareras que existen en el país, la más grande en extensión y producción es Casa Grande, cuyo propietario es el grupo Gloria, que también tiene el control de Cartavio.

Este grupo empresarial, que se mudó de Arequipa a La Libertad, tiene el 40% del mercado nacional del azúcar y el 60% de las exportaciones de ese producto.

Otro grupo empresarial muy dinámico es el grupo Oviedo, en Lambayeque, que administra las azucareras Pomalca y Tumán, y que ha incursionado en el cultivo de otros productos agroindustriales de exportación en sus casi 22.000 hectáreas de terreno.

Aunque no tan grande como los anteriores, pero igual de ambicioso en sus proyectos, también figura el grupo Wong (los ex propietarios de supermercados Wong), que además de incrementar su producción de azúcar y sus áreas sembradas quiere instalar una planta de producción de papel y otra de alcohol a gran escala en Paramonga. Y no solo eso, también ha ingresado al negocio de la generación eléctrica en su distirto con una inversión de US$6 millones.

El grupo colombiano Manuelita, propietario de la empresa agroindustrial Laredo, de la Libertad, no solo quiere seguir produciendo cada vez más azúcar, sino que tiene ambiciosos planes de diversificación. Además de incursionar en otros cultivos, Manuelita quiere entrar al negocio de la acuicultura.

VENTAS Y SORPRESAS
Aunque los ríos y canales que riegan los cañaverales siempre discurren en calma, las que sí estarían algo movidas son las aguas financieras de dos de las azucareras que no han tenido un crecimiento similar a sus pares.

Algunos analistas económicos señalan que el grupo Gloria estaría interesado en invertir en Agroindustrias San Jacinto o hasta en Laredo. Los planes del grupo Wong apuntarían a expandir sus cañaverales a otros valles. Incluso, se rumorea que los socios de la azucarera Andahuasi estarían discutiendo su apertura hacia el capital privado.

¿LEY CON NOMBRE PROPIO?
En este momento de aperturas y expansiones agroindustriales, la Comisión Agraria del Congreso tiene en agenda un proyecto presentado por la bancada aprista para limitar la propiedad agrícola en la costa a 40 mil hectáreas.

Si bien ninguna azucarera tiene actualmente esa extensión y por tanto no los afecta, empresarios como el ex presidente de la Confiep, José Miguel Morales, y el presidente de la Cámara de Comercio de Lima, Peter Anders, han manifestado su disconformidad con el proyecto, pues al limitar las tierras revive el fantasma de la reforma agraria.

De manera coincidente, el ministro de Agricultura, Carlos Leyton, se quejó de que no le hayan consultado el proyecto de ley y opinó que no concordaba con el momento político de apertura que vivía el país.

El autor de la iniciativa, el congresista aprista Alfredo Cenza-no, considera una exageración la referencia a la reforma agraria, pues la idea del texto es evitar el monopolio y el latifundio. El congresista Jorge del Castillo, quien también rubrica la propuesta, añade que la medida no está en contra de la propiedad privada, sino a favor de ella y de la competencia de mercado, y que además defiende al consumidor, pues al combatir el monopolio se evita que los precios se disparen.

Ante las suspicacias de que el proyecto atacaría directamente los planes de expansión del grupo Gloria, que ya posee cerca de 32 mil hectáreas, Del Castillo descartó esta posibilidad. “Yo he conversado con el directorio de dicho grupo y se han mostrado de acuerdo con el proyecto, además no tienen intenciones de comprar más tierras, lo que demuestra que hay gente inteligente que entiende el trasfondo del proyecto y descarta la idea de que sería contra Gloria”.

MÁS DATOS

Para algunos economistas, como Carlos Contreras y Carolina Trivelli, se debe limitar la extensión de la propiedad agrícola en la costa para fortalecer la gobernabilidad y favorecer el desarrollo en el país.
El especialista Fernando Cillóniz considera que debería ser el mercado el que establezca ese límite máximo.
Hasta ahora los azucareros no se han pronunciado sobre la conveniencia de ese proyecto para sus negocios.

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