Dueño de la minorista Pao de Azúcar se enfrenta a su socio francés
Martes 5 de Julio del 2011
SAO PAULO [Reuters]. Hace dos décadas, el magnate brasileño Abilio Diniz se enfrentó a sus propios hermanos en una prolongada batalla que finalmente le dio el control de Grupo Pao de Azúcar, el negocio familiar que hoy es el mayor minorista de Brasil.
Ahora, el empresario de 74 años está presionando a su socio de 11 años en Pao de Azúcar, la francesa Casino, para que acepte que su archirrival Carrefour entre en el grupo, un acuerdo que, dice, los hará ganar o ganar.
Casino no está con humor como para negociar y está tomando acciones legales para obstaculizar el negocio. Pero Diniz, padre de seis hijos y obsesionado con mantener un buen estado físico, afirma que la fusión con la unidad local de Carrefour crearía un gigante con un 27% del mercado minorista local y US$41.000 millones en ventas anuales.
En el corazón del conflicto está un acuerdo entre Casino y Diniz, que le permite a la francesa tomar control de Pao de Azucar en junio del 2012. La fusión que impulsa Diniz desactiva esa opción.
El contrato también otorga a Casino el derecho a sacar a Diniz de la presidencia del directorio de la compañía fundada por su padre, Valentim, en 1948.
“Él realmente quiere que se haga ese acuerdo con Carrefour a cualquier costo. No está dispuesto a soltar Pao de Azúcar tan fácilmente”, dijo un banquero de inversión que salió perdiendo en una negociación que involucró a Diniz hace algunos años.
LUCHADOR INCANSABLE
La disputa con Casino está haciendo que muchos recuerden el pasado de Diniz como un incisivo ejecutivo con una inclinación por dar duras batallas en directorios corporativos.
La peor de todas, que tuvo lugar a comienzos de la década de 1990 y que quebró su relación con cuatro de sus cinco hermanos, dejó a Pao de Azúcar al borde de la bancarrota.
Tanto amigos como enemigos dicen que la naturaleza competitiva de Diniz y su decidido enfoque a resultados son lo que más lo impulsan. Cuando establece una meta, persiste hasta que sus rivales simplemente se dan por vencidos.
Ese lado de su personalidad es un reflejo de su amor por los deportes competitivos: para mantenerse en forma, corre maratones y ejercita su cuerpo compulsivamente.
Es tan intenso como su dieta, desviándose solo raramente de una estricta rutina de tres sándwiches diarios de queso fresco de granja en pan integral.
“Sentarse del lado opuesto a Abilio en la mesa de negociaciones nunca es fácil, él es incansable”, afirmó el banquero de inversión, quien habló bajo condición de anonimato.
“Presiona a rivales, aliados, asesores hasta que obtiene lo que quiere”, añadió.
Pero detrás del ejecutivo de nariz dura hay un católico romano devoto, quien ha suavizado su imagen pública escribiendo libros de autoayuda que promueven el ejercicio y un estilo de vida sano.
SEPA MÁS
En el 2009, Diniz ganó a varios rivales y selló las adquisiciones de las cadenas de electrodomésticos Globex y Casas Bahía.
Este año, el ejecutivo brasileño compró tras ocho años de disputas el supermercado rival Sendas.
Trabajar con Diniz es igual de difícil, pues presiona a rivales y asesores para lograr su objetivo.
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