23 de agosto de 2009

La raíz de un sobreviviente

Luego de superar varios retos, hoy es el mayor exportador de flores en el país

Por: Mayra Castillo
El Comercio - PERU

Hay fragilidades obvias, como las de las flores. Pero con ellas no solo se trata de pétalos y tallos, sino de un negocio voluble a fenómenos climáticos, a las tendencias del color y a las demandas del extranjero. “Esto es casi como el mundo de la moda, solo que más delicado”, dice José Letts, gerente general de Corporación Roots, la empresa que nació en los ochenta y una de las pocas que sobrevive desde entonces. Debe ser porque nació con poco menos de tres hectáreas alquiladas para cultivar gipsofilia (conocida como lluvia) y, volver a cero, siempre fue una posibilidad para la compañía de las flores.

Todo empezó con un poco de agua y abono para un sueño de campo. José Letts siempre había querido estudiar ingeniería agrónoma, pues en su familia la experiencia de la hacienda era muy fuerte. Pero la falta de tierras lo desanimó y optó por la Universidad del Pacífico. “Cuando llevaba años trabajando en un banco, decidí retomar ese sueño, pero esta vez como administrador”, recuerda.

En 1985 se abocó a indagar dónde podía cultivar lluvia, una variedad muy pequeña y decorativa que era muy solicitada en Alemania, donde Letts tenía un amigo que lo animaba a cubrir esa demanda. Tras alquilar tres hectáreas en Áncash, Letts notó que la inversión en maquinaria (tractores, por ejemplo), además del centro de empaque, de tratamiento de agua y cámaras refrigeradoras, era muy alto como para dejarla en propiedades ajenas.

Así, en 1987, tras el recelo de propietarios de tierras del Callejón de Huaylas, Letts consiguió comprar sus primeras tres hectáreas. “La izquierda en esa época atemorizaba a los agricultores diciéndoles que las flores iban a desplazar a los productos de panllevar”, recuerda. A los dos años, según dice, los agricultores eran los más felices porque ya tenían trabajo asegurado. Y Letts también porque fue sumando 150 hectáreas de tierras para diversificar la producción.

“En 1991 miramos otros mercados que no fuesen Alemania, pues ese país entró en crisis tras la caída del Muro de Berlín”, agrega. Así fue como EE.UU. y Canadá se convirtieron en nuevos mercados, que lo hicieron crecer exponencialmente con claveles, girasoles y más lluvia. Hasta que el fenómeno de El Niño arrasó con sus posibilidades de cultivar frutas y verduras en Piura. “Tardamos 8 años en recuperarnos, pero fuimos los sobrevivientes. Estábamos trabajando bien”, sostiene.

Corporación Roots produce 22 especies y 40 variedades de flores. Además de los países del hemisferio norte, también exporta a Paraguay, Argentina y Chile. Tiene viveros en Cieneguilla desde hace 4 años y pese a la reducción de pedidos desde EE.UU. lo cierto es que posee raíces fuertes, para seguir creciendo.

MIS CLAVES
Diversificación. Cada variedad de flor no supera el 12% de la producción total. Todos los años probamos 6 nuevas y adoptamos las que sí prenden.

Tecnología. No se desa-rrolla aquí pero es vital invertir en ella, porque permite nuevas presentaciones de valor agregado.

Viajes. Todos los años traemos variedades de ferias de Sudáfrica, Israel y Australia.

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