La familia Ikeda domina el mercado peruano en venta de carne de pollo y pavo
Por: Iana Málaga Newton
El Comercio - PERU
Hablar con Alberto Ikeda, jefe de producción de San Fernando, es tener la oportunidad de recibir una cátedra sobre aves de corral. Que el pollo más pequeño tiene más carne que el resto, que las especies híbridas son aquellas que se seleccionan genéticamente o que solo las hembras se sirven como pollos a la brasa en los restaurantes y los machos se cuelgan del pescuezo en los mercados.
Alberto es uno de los tres hermanos que hoy dirigen San Fernando. La historia de esta empresa se inició en 1948, cuando el señor Julio Soichi Ikeda decidió instalar una granja de patos y gallinas en Surquillo. Y es allí donde el padre de Alberto enseñó a sus hijos todo sobre el negocio avícola.
En 1964 los Ikeda decidieron concentrarse en criar únicamente pollos por una simple razón: “empezaron a importarse razas mejoradas de esta especie, cuya carne era de mejor calidad”, dice Alberto Ikeda. En 1970 la familia se había convertido en la principal abastecedora de pollos en los mercados mayoristas de Lima.
Un tiempo después, la tradición de comer pavo en Navidad se hizo más popular y los Ikeda decidieron empezar a criar esta ave. “Actualmente vendemos más de dos millones de pavos al año”, comenta Alberto Ikeda. Evidentemente, el 50% de esta producción se comercializa por la campaña de fin de año.
ÁGILES COMO PLUMAS
En los años 80, los dueños de San Fernando decidieron ofrecer en franquicia la marca y así llegaron a tener 40 tiendas en Lima. “Aunque esto dejó de ser rentable cuando se pusieron de moda los grandes supermercados”. En vez de competir con ellos, se quedaron con cinco tiendas San Fernando y se concentraron en convertirse en los principales proveedores de pollos y pavos de los supermercados.
En la década del 90, la familia también empezó a criar gallinas para vender huevos e instalaron una gran fábrica de embutidos de cerdos, pavos y pollos en Chorrillos.
Actualmente los Ikeda cuentan con siete granjas y cuatro fábricas de alimentos procesados para aves en distintas zonas de la costa. Eso les permite producir mensualmente 1.500 toneladas de embutidos y 12 millones de pollos. Parte de esta producción se vende en conocidos restaurantes. “Cuando uno acude a Pardo’s Chicken, debe saber que comerá un pollo que vivió en nuestras granjas”, dice Alberto Ikeda.
Si bien San Fernando exporta pollos y pavos a Ecuador, Venezuela, Bolivia, Colombia y Japón, Alberto Ikeda asegura que hoy el reto de la empresa es conquistar otros mercados internacionales.
No tendrán alas, pero de seguro que los hermanos Ikeda lograrán que su negocio siga alzando vuelo.
MIS CLAVES
Calidad ante todo. San Fernando cuenta con más de 14 certificaciones, como ISO 9000 e ISO14000.
Acuerdo familiar. Los hermanos Ikeda creen que solo los familiares que muestren ser competentes pueden trabajar en la empresa.
Capacitación. De los 5.000 trabajadores de San Fernando, muchos han recibido cursos sobre procesos y sistemas de calidad.
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