(DIARIO CORREO) Quizás más lamentable que las disputas entre Carlos Tapia y Luiz Favre, es lo patético que resulta Salomón Lerner al tratar de dar una explicación a la presencia del asesor argentino-brasileño en el entorno presidencial.
Las declaraciones del lunes mostraban a un personaje que no sabe cuáles son sus obligaciones. Dijo que el mencionado Favre no era su asesor y que no sabía cómo era su relación contractual con el presidente Humala. ¿Entonces a quién le preguntamos? El presidente del Consejo de Ministros es el responsable político de lo que sucede en la Presidencia de la República, porque el jefe de Estado es constitucionalmente irresponsable. Pero además mostró una pasmosa falta de diligencia, pues habiéndose producido la renuncia de Tapia el jueves y hecho pública el viernes, no podía aparecer el lunes a decir que no sabía nada.
Ayer martes, al pretender arreglar el asunto, hizo precisiones que lo dejan en peor situación. Ha dicho que el Presidente de la República consulta asuntos de Estado con un extranjero que es pagado por su partido político. Este hecho, que es absolutamente irregular, está siendo avalado por el presidente del Consejo de Ministros. No se trata pues de un amigo del Presidente con quien intercambia ideas: es un profesional extranjero contratado por el partido nacionalista que participa en la toma de decisiones del Estado peruano.
La idea que el funcionamiento del Estado es regulado por leyes, es algo que al parecer Salomón Lerner y sus asesores no han comprendido. Y los que resuelven los asuntos públicos del Perú o son elegidos por votación o son nombrados por una resolución, de tal manera que sea posible exigirles su responsabilidad (política y penal) en caso sea necesario.
En un sistema democrático, no pueden haber personas que participen en la toma de decisiones y no tengan una relación transparente con el Estado peruano. Y en el caso que el premier Lerner avala, esto es más grave pues se trata de un extranjero.
Parecería que el poder ciega y hace olvidar. Porque no hay otra explicación para que la experiencia del fujimorismo y Vladimiro Montesinos no sea tomada en cuenta. Haría bien el presidente Humala en regularizar la posición de su asesor, o alejarlo de su entorno. Y conseguirle un buen abogado constitucionalista al premier Lerner.
Por Juan Carlos Valdivia
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