(EL COMERCIO) Hace 16 años, Walter Hildebrandt inició la titánica tarea de acondicionar un terreno de seis hectáreas cerca de la bocatoma de Shilcayo, a escasos kilómetros de Tarapoto.
Con una serie de andenes y mucho ingenio, transformó parte de un cerro muy empinado en un verdadero paraíso, donde actualmente florecen unas 30 mil plantas de orquídeas, que producen unas 3 mil variedades de flores y que han convertido el lugar en uno de los orquidiarios más completos del oriente peruano.
A este ciudadano natural de la región San Martín, que hoy radica en Noruega, no le interesa vender las plantas adultas que embellecen su propiedad. Disfruta con el aroma, los colores que irradian, y para él es suficiente, como también lo es para los cientos de personas que llegan a conocer el Orquidiario Tarapoto.
Cada vez que desde Europa retorna a la ciudad que lo vio nacer, Hildebrandt advierte que actualmente los comerciantes de orquídeas colectan las flores en su hábitat natural, las llevan a diversos viveros y luego las exportan a países como Japón, Estados Unidos y a otros de Europa.
Pero esta actividad afecta a nuestro patrimonio. “Al vender una planta recolectada de su propio hábitat se comercializa material genético de nuestro país que en el extranjero lo reproducen indiscriminadamente”, asegura el empresario.
SOLUCIÓN EN FRASCO
Lo que propone Walter Hildebrandt es iniciar un proyecto para reproducir in vitro las orquídeas más emblemáticas, que son muy cotizadas por los amantes de este tipo de flores exóticas en el exterior.
“En el mundo existe un mercado muy lucrativo y la exportación de las plantículas de orquídeas contribuirá de manera exponencial a la economía de los pobladores de San Martín y al fisco nacional”, dice.
Estima que los ingresos económicos serían significativos porque cada especie de orquídea se puede exportar hasta en US$5.
Según estudios realizados por el Instituto de Investigación Biológica de las Cordilleras Orientales de Tarapoto, la cápsula de cada planta posee unos 2 millones de semillas que se podrían reproducir en laboratorio.
Su presidente, Marco León Martínez, dio a conocer que ya existen técnicas exitosas de propagación in vitro pero se necesita que el Gobierno financie la instalación de un laboratorio más amplio, donde se pueda aprovechar el germoplasma que existe no solo en Tarapoto sino también en la frontera ubicada entre Amazonas y Cajamarca, donde se encuentra el hábitat natural de las más bellas orquídeas del mundo.
EL DATO
Oriunda
La especie de orquídea ‘Phragmipedium kovachii’ es considerada un tipo endémico de San Martín.
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