30 de abril de 2009

El paso que les falta a los Consorcios

Ya tiene algunos resultados que mostrar como variedades de fruta made in Chile.

LORETO GATICA CARBONELL
Revista del Campo - Chile

El desafío esta claro. Para ser potencia alimentaria es esencial invertir en tecnología e innovación. Pero es un trabajo que ni privados ni Estado pueden enfrentar en forma individual. Entonces, tal como lo han hecho países desarrollados, la fórmula son los consorcios agrícolas, donde se unen esfuerzos en torno a un objetivo.

Los consorcios agrícolas son una especie de cluster o agrupaciones sectoriales, en donde se integra toda la cadena de valor y que, con financiamiento de privados y Estados, buscan solucionar problemas de la industria que pueden implicar mejoras de la competitividad del país, como la falta de variedades propias para el sector frutícola.

La idea comenzó a gestarse en 2004 y derivó en los 6 consorcios que existen actualmente. Son financiados en un 50% a través del Fondo de Innovación para la Competitividad, gestionados vía FIA. Los otros casi $ 7 mil millones los ponen los privados, aunque según indica Rodrigo Vega, director de FIA, el aporte empresarial no siempre es dinero. Estos recursos contemplan el financiamiento de hasta los cinco primeros años, y luego cada entidad debe auto sustentarse a partir de los desarrollos alcanzados. Pero, precisamente, falta el paso que permita ese autofinanciamiento.

"Se requiere de una mentalidad más empresarial, adquirir propiedad intelectual en el extranjero que ayude a ahorrar tiempo. Como es un instrumento nuevo, hay puntos críticos como la definición del negocio. Fueron concebidos como empresas para generar utilidades para sus accionistas, pero no está claro cómo deben hacerlo, qué van a vender", explica Jaime Lavados, presidente de la Fundación para el Desarrollo Frutícola FDF, una de las instituciones que integran el consorcio frutícola.

Para ver cómo se ha trabajado y cómo seguir avanzando, se organizó en Puerto Varas la primera reunión de consorcios, de donde salieron las nuevas tareas.

Consorcio de biofrutales

apostando por la transgénica

Está integrado por Fedefruta, Agrícola Brown, viveros asociados a la producción de fruta en Chile, Inia; las universidades Andrés Bello, de Chile, Federico Santa María y de Talca. Se financia a través de Conicyt en el 70%.

Ha desarrollado dos variedades de uva de mesa, una negra y otra blanca, y están probando cómo se comportan en la poscosecha. La novedad es que podrían soportar entre 45 y 50 días de almacenamiento. Lo mismo pasa con una nueva variedad de nectarines que promete revolucionar la industria.

"El nectarín que se ha desarrollado es capaz de soportar 40 a 45 días de transporte y ser aún completamente agradable de comer", explica Leonel González, presidente de Biofrutales.

Eso es en cuanto al mejoramiento genético tradicional, porque además están experimentando con la transgenia. De hecho, ya tiene avances que podrían salir al mercado si la legislación lo permitiera.

"Hay dos proyectos asociados a porta injertos para vides. En el mundo ya hay experimentos en los que al tener porta injertos transgénicos, la fruta que se produce no es transgénica, queremos ver qué pasa con eso. También tenemos un proyecto que ya lleva 7 años, con el que se buscan solucionar enfermedades como la botrytis. Ya tenemos material que está siendo evaluado en Inia La Platina, para ver si soluciona el impacto de los hongos. El problema es que el tema legal no se ha solucionado en Chile, no sabemos cómo podríamos comercializar un producto de estas características", explica Leonel González.

Consorcio apícola

la miel, un

producto especial

Es el más reciente de los consorcios, por lo que aún no tiene logros concretos, aunque sí el enfoque: "Transformar a la miel chilena en un producto exclusivo que recalque sus propiedades curativas", explica Rodolfo Klaassen, gerente del consorcio apícola. Les ha costado conformarse, ya que se trata de un rubro muy atomizado, integrado por pequeños productores de todo el país.

Consorcio de la leche

problemas de inversión

Lo integran Soprole, Nestlé, Watt's, Colún, Surlat, Fedeleche, Cooprisem, Bioleche, CER Los Lagos, Universidad Austral e Inia. Cuenta con alrededor de $ 3.000 millones, para proyectos a 5 años plazo. $ 1.923 de aporte proveniente del FIC y $ 1.000 millones los privados.

Uno de los problemas más graves que ha afrontado es la falta de inversión.

Ocurre que a raíz del la crisis y el precio de la leche, los socios no están tan dispuestos a invertir, más si se trata de proyectos que sólo tendrán resultados visibles a largo plazo.

Sin embargo el objetivo está claro: exportar. Actualmente, lo que se vende al exterior son los excedentes del mercado local por lo que se requiere aumentar la producción para tener una oferta estable. En cuanto a innovación, no se trata de buscar nuevos productos, porque esa parte la hacen las grandes empresas como Soprole o Colún, sino de darle un matiz más técnico al sector para mejorar la productividad.

"Se ha sacado una tabla de composición de alimentos de los animales que permite mejorar la alimentación. Estamos formando capital humano a nivel de magíster y doctorado junto con pasantías para socios y manuales técnicos para productores de leche", explica Pedro Joustra, gerente general de este consorcio.

Consorcio de la papa

un impulso para exportar

Es uno de los consorcios más nuevos juntos con el apícola, por lo que aún no tiene resultados claros, aunque si una meta específica: unificar la calidad de la papa chilena, homogenizarla y hacerla exportable. A pesar de la diversidad de papas que hay, actualmente ésta no ha alcanzado la calidad necesaria para exportación, por lo que 99% de ella se queda en el país.

"A diferencia de la fruta, la papa está en pañales, faltan puntos básicos, como la certificación de las buenas prácticas agrícolas, que no están incorporadas en la mente de los agricultores, ni siquiera de los más grandes", explica Patricio Briones, gerente de este consorcio.

Sin embargo hay nichos a los que ya se les podría sacar provecho, como la papa chilota.

"Simplot, la principal empresa proveedora de papas fritas de McDonald's que industrializó las papas pre fritas en Estados Unidos, vino a Chile un par de semanas atrás y se mostraron muy interesados en los colores de este producto de especialidad. Querían hacer snaks", explica Patricio Briones.

Los consorcios en cifras

LOS FRUTALES SON CASI 324 MIL HECTÁREAS, LAS VIÑA SUMAN 129 MIL Y LAS PAPAS, 53 MIL. OVINOS HAY CASI 4 MILLONES A NIVEL NACIONAL Y LA PRODUCCIÓN LECHERA EN 2008 BORDEÓ LOS 2 MIL MILLONES DE LITROS, 5, 2% MÁS EN 2007.

"LAS EXPORTACIONES DE VINOS CHILENOS LLEGARON A US$ 1375 MILLONES EN 2008. LOS EMBARQUES DE FRUTA YA SUPERAN LOS US$ 3.000 MILLONES Y LA OFERTA CHILENA REPRESENTA 49,9% DEL TOTAL DE LAS EXPORTACIONES DE FRUTA FRESCA, DE CLIMA TEMPLADO, EXPORTADO DESDE EL HEMISFERIO SUR", EXPLICA MARIGEN HORNKOHL, MINISTRA DE AGRICULTURA.

Consorcio frutícola
Variedades made in chile

Lo integran la UC, Asoex y FDF. Tiene un presupuesto de alrededor de $3 mil millones, para 5 años, financiados en un 50% por el Estado y en igual proporción por los privados.

Cuando la industria frutícola comenzó a desarrollarse a partir de la década del 70' lo hizo basándose 100% en variedades extranjeras, práctica que aún persiste y que que comienza a pasar la cuenta. El encarecimiento de las patentes y las dificultades para obtener algunas de las más demandadas en el mercado están poniendo en peligro la sustentabilidad de la industria, por lo que urge desarrollar variedades propias para poder mantener la competitividad del sector.

"Uno de los proyectos más importantes es el mejoramiento genético en frutales para obtener variedades chilenas y hacer que la industria de exportación sea sustentable", explica Eugenio Silva, presidente del consorcio de la fruta.

Aunque es, junto con el vinícola, uno de los más desarrollados, hay puntos que faltan por aclarar, como el financiamiento.

"No está claro si vamos a tener el apoyo financiero de forma permanente, tomando en cuenta que los resultados podrían tomar como mínimo 10 años. Es necesario mayor aporte a la ciencia, falta empuje en esa área y de seguro después vamos a necesitar apoyo para introducir las nuevas variedades en todo el mundo", recalca Eugenio Silva

Consorcio ovino
potencia mundial

Lo integran la Sociedad Comercial Corriedale Aisén, Sociedad Comercial José Marín A. y Cía, Matadero Frigorífico del Sur, Agroñuble, Frima, Carnes Ñuble, Tattersall Remates e Inia. Cuentan con $ 770 millones a dos años plazo.

En Chile se consume cerca de medio kilo de ovino al año. En el mundo el consumo es de un kilo y más. "Sólo el mercado árabe durante las festividades de Ramadam consumen 3 millones de cabezas de ovino y no existe país que pueda satisfacer esa demanda", explica José Marín, presidente del Consorcio.

Ocurre que la producción mundial va en baja. Según las cuentas del presidente del consorcio, desde el año 64' a la fecha, Australia ha perdido más de 100 millones de cabezas y Nueva Zelandia tiene alrededor de 30 millones menos de ovinos, aunque por la mejora de su productividad ha manetenido el volumen de carne. Uruguay ha bajado su producción a la mitad. Entonces hay una demanda insatisfecha.

"Chile podría convertirse en potencia ovina. Pero acá todavía estamos ocupados en resolver problemas básicos como aumentar la masa ganadera y hay lugares como Coihaique donde no hay frigorífico", recalca Marín.

Por ahora el foco es la mejora genética y otras fórmulas que permitan aumentar la masa tanto de carne como de lana. Incluso han descubierto que la calidad de la lana magallánica es mucho más alta de lo que hasta ahora se consideraba.

Consorcios del vino –Vinnova y Tecnovid–
Ciencia al servicio de los privados

Participan Vinos de Chile, la U. Católica, de Chile, de Talca, Federico Santa María y la de Concepción. La inversión total es de US$ 10 millones, 60% proviene de Innova Chile Corfo y 40% de las viñas.

Está focalizado en la investigación. "Estamos dentro de los 10 productores de vino más importantes del mundo, pero hay que invertir en investigación. Antes los científicos no adecuaban la investigación a resolver los problemas que teníamos los privados", señala Patricio Middleton, presidente de Tecnovid.

Ya se hizo una investigación de costos permitió ver los puntos que no funcionan en la industria y, a nivel internacional, un panel para detectar el gusto de los canadienses.

"Canadá es el segundo mercado más importante de Chile. Con esto podemos ir ajustando e ir haciendo vinos a medida para el mercado canadiense y así crecer en él. Estamos empezando un proyecto para el mercado estadounidense", cuenta Middleton.

Además, gracias a un acuerdo con la Universidad de Davis, California, se está viendo la posibilidad de traer clones de nuevas variedades de uvas, lo que significa un adelanto de años en investigación.




Loreto Gatica Carbonell.

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