POR MÁS DE 10 AÑOS, LAS CIFRAS DE EXPORTACIONESAGRÍCOLAS FUERON POSITIVAS. HOY, CON LA CRISIS, EXISTE UNA DESACELERACIÓN QUE SE BUSCA REVERTIR EN EL SEGUNDO SEMESTRE Y DE MANERA PROACTIVA
Por: Marienella Ortiz
El Comercio - Perú
Dia 1
Exista o no una crisis, la población mundial no puede dejar de comer. Esta parece ser la visión de los agroexportadores sobre las consecuencias que tendrá el descalabro económico mundial en sus negocios. El optimismo aún no se pierde, pese a que las cifras se han revertido para los envíos al exterior, luego de 10 años de continuo crecimiento.
En el primer trimestre de este año las agroexportaciones cayeron en 7%. Eso, sin contar que el bajón fue de 11% en los productos no tradicionales (espárragos, uvas, alcachofas, páprika, entre otros), según la Asociación de Exportadores (ÁDEX). Sin embargo, la mayoría espera sobrevivir este año a la reducción del consumo mundial, bajo la expectativa de que la crisis llegue a su fin este año. ¿Pero, qué pasará si la crisis continúa por más tiempo?
MENORES PRECIOS
Cada agroexportador vive una historia distinta frente a la crisis, según su tamaño, su capacidad de aminorar los costos o su productividad agrícola. Sin embargo, tienen algo en común y es que no han visto disminuir los volúmenes exportados —en gran medida— pero sí los precios. Ese es el caso del espárrago —sobre todo en conserva— o de la páprika, cuyos precios habrían caído entre 30 y 40%.
“Cuando hay demanda, aquellos que tenemos el producto ponemos el precio, pero en esta época de crisis eso se ha revertido y está en manos de los compradores. El año pasado se pagaba US$2,8 el kilo de páprika y ahora US$1,7”, resalta Jorge Chepote, presidente del comité de páprika de ÁDEX.
Este escenario es una fotografía del momento. El futuro del sector depende de la evolución de la crisis en los próximos meses. Los exportadores de espárragos son, hasta el momento, los más golpeados porque no solo vieron caer sus precios sino también los volúmenes que comercian fuera del país. “Las ventas de conservas cayeron durante el último trimestre del 2008. En el primer trimestre del 2009 las ventas han sido mejores que las esperadas. Sin embargo, los precios se han ajustado a la baja”, refirió Juan José Gal’lino, gerente general de la agroexportadora Camposol.
Adicionalmente, este producto estaría muy concentrado en EE.UU. y Europa, y eso limitaría su campo de acción para esquivar la reducción del consumo. Adicionalmente, estas son inversiones que tienen una maduración de largo plazo, de por lo menos 10 años. A diferencia de la páprika, que se produce en menos de un año, no se pueden cambiar los planes de producción de la noche a la mañana.
La visión del curtido agroexportador iqueño Felipe Llona Málaga es que las cosas mejorarán para el espárrago en el segundo semestre. “En setiembre, recién se inician las exportaciones peruanas de espárragos, por lo que constituye el punto de inicio para medir nuestros valores y parámetros”, aclaró.
Otro de los problemas que estarían afrontando los agroexportadores son las demoras en los pagos de los productos enviados a clientes que aseguran, hoy, no tener liquidez por los problemas financieros que afrontan. En el plano local, las empresas tendrían problemas con la obtención de financiamiento de los bancos, sobre todo a nivel de préstamos de varias cifras de dólares y de largo plazo.
“En proyectos de maduración de mediano y largo plazo hemos tenido problemas. Están pidiendo más y más información. Sin embargo, no hemos variado nuestros planes de inversión, que suman al 2013 unos US$30 millones”, resaltó el gerente general de la agroindustrial Pampa Baja, Juan Paredes Rosales.
Por todo esto, los agroexportadores seguirán tomando el pulso a la crisis a la espera de un panorama más claro en el segundo semestre. “Los efectos negativos en las agroexportaciones podrían presentarse, pero es muy prematuro determinarlos y cuantificarlos, toda vez que el Perú recién empieza la campaña casi en el segundo semestre, al iniciarse la primavera. Los primeros meses del año no son un indicativo ideal para conocer cómo se encuentra el sector”, señaló el vicepresidente de Agrícola Athos, Jorge Checa Arias Schreiber.
MEDIDAS A SEGUIR
¿Pero qué ocurrirá si el viento a favor no llega? ¿La idea sería solo sentarse a esperar? Según algunos agroexportadores, la caída de los precios aún no los deja sin un mínimo de ganancias o al menos están cubriendo sus gastos. El camino que esperan tomar es la reducción aun mayor de algunos sobrecostos. Para ello, un punto a favor del agro es la caída en casi 50% del precio internacional de los pesticidas. Durante este año, resulta un as bajo la manga.
Entre las últimas medidas pro exportadoras que ha tomado el Gobierno la que más los ayudaría es el incremento del drawback de 5% a 8%. Más allá de eso, las ayudas financieras no tendrían mayor impacto en el sector, en especial, porque van dirigidas a las pequeñas y medianas empresas, según comenta el gerente general de Camposol.
Adicionalmente, el representante del Consorcio Agroexportador del Perú (CAP), Fernando Sánchez, agrega que el trabajo pendiente en este momento es el de una franca búsqueda de competitividad a través de mejoras tecnológicas, diversificación de la oferta productiva y búsqueda de mejores y mayores mercados.
Al respecto, el gerente general de la Asociación de Productores de Uva del Perú (Provid), Sandro Farfán, resalta que la estrategia imprescindible es seguir abriendo mercados. A la par, recuerda que el Gobierno debe firmar más acuerdos comerciales y salvar las barreras sanitarias y fitosanitarias.
Sobre esto último, Felipe Llona refiere que el Perú tiene tratados comerciales con diversos países pero no puede ingresar sus productos por la falta de un protocolo fitosanitario.
“El panorama no es tan desalentador. Hay posibilidades de seguir creciendo, por ejemplo, en cítricos, paltas, frutales y semillas, que se presentan con buenas expectativas. Pero esta crisis internacional está ocultando una crisis interna: no hay adecuada infraestructura, hay un deficiente suministro eléctrico, no hay profesionales capacitados. Entonces, esta crisis internacional no debe distraernos de esos temas”, agrega Jorge Vargas Corpacho, director gerente de Agrícola Valle del Sol.
Así, al parecer, los agroexportadores no estarían desmoralizados, como ocurre con otros empresarios, como los del sector textil y confecciones, que ha reportado mayores caídas en sus envíos al exterior.
Sin embargo, queda claro que deben velar por seguir reduciendo costos, invirtiendo en tecnología y buscando mercados para evitar que la crisis los termine por alcanzar si se quedan inmóviles.
OTROS FACTORES
No solo es la crisis mundial
Algunas líneas de agroexportación han tenido pro- blemas no con el mercado externo, sino con la producción local, como ha ocurrido con los mangos y los cítricos. En el primer caso, hubo problemas con el clima y, en el segundo, se produjo una alternancia del cultivo, como parte de un proceso de descanso de los terrenos y que originó una menor producción.
“Nuestro caso diría que es anticíclico, pues resulta que pese a que la demanda de cítricos en el mundo ha tenido muy poca variación respecto del año pasado, este año vamos a tener mucha menos exportación por falta de fruta”, refiere el gerente general de Procitrus, Sergio del Castillo.
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