14 de octubre de 2011

Espinar produce lácteos D’Altura que se venden en supermercados

(EL COMERCIO). Después de la grave escasez de agua, lo más desesperante de Yauri es la falta de verde: tras un viaje de ocho horas desde Cusco, entre abismos y curvas, una maraña de concreto y calaminas se abre paso entre polvo y montañas tapizadas de ichu seco, a 4.100 m.s.n.m. “Bienvenidos a Espinar, cuna de la nación Kana”, reza un letrero y para algunos esa frase funciona también como advertencia.

Pero algo bueno se gesta entre esos deslucidos techos de calamina. En el barrio de Accoyani Huarca, la planta lechera Placme elabora cada día manjar blanco, leche pasteurizada, yogur y varios tipos de queso de excelente calidad. Los productos D’Altura se venden en supermercados Franco de Arequipa, y en las cadenas Mega y La Canasta, del Cusco.

LA NOTICIA ES OTRA
En Yauri, capital de Espinar, se han desatado en los últimos tres años intensos conflictos por el agua del río Apurímac, que según el proyecto Majes Sihuas II será usada en la irrigación de extensas pampas arequipeñas. Sobre muertos, heridos, carreteras bloqueadas y pastizales incendiados solían ser hasta hace pocos meses las noticias de Espinar. Hoy, mientras el debate continúa en el Tribunal Constitucional, otro evento nos hace volver la vista a esta difícil tierra: el negocio de los lácteos. Este empezó en febrero del 2010 en alianza con Xstrata Copper, cuya unidad Tintaya, extrae cobre y oro de la zona.

Cuando la suiza Xstrata llegó a Espinar hace seis años –en reemplazo de BH Billiton–, heredó también serios conflictos con la población. Y aún en batallas ajenas, como la de Majes Siguas II, la unidad minera fue blanco de represalias.

Por eso es un gran avance que minera y población hayan llegado a ser socios en Placme. La planta se levantó con S/.3’942.000, proveniente de los fondos voluntarios donados por la minera, a través del convenio marco con el Estado. Luego, los propios comuneros decidieron que Xstrata la operase, por medio de Fundación Tintaya. Ello dio pase a programas de responsabilidad social.

GANAN LOS GANADEROS
En las punas minerales de Espinar prenden pocos cultivos. Solo los pastos más férreos. Por eso casi toda la población rural se dedica a la ganadería de pastoreo. La falta de agua y el calentamiento global son temas de los que se conversa en quechua y mucho. “Hasta el ichu se va a secar. ¿Qué nomás nos quedará?”, es la pregunta suelta con la que suelen concluir esos diálogos fatalistas.

Por eso la importancia de Placme, que beneficia a ganaderos de 72 comunidades. Personal de la planta encargado del acopio les paga S/.1,2 por litro de leche, cuando el promedio en el sur andino es de S/.1.

Además, Fundación Tintaya aporta con programas de instalación y mejoramiento de pastos, repoblamiento de ganado, construcción de cobertizos y establos y de canales de irrigación. También capacita a los ganaderos en calidad de leche y buenas prácticas de ordeño.

La compañía minera aún no es vista como amiga en Espinar, pero sí como una excelente socia.

AL GRANO
“ESTAREMOS ALLÁ 20 AÑOS MÁS”
¿Cuáles son los descontentos de Espinar, aparte de Majes Siguas?
Se exige más presencia del Estado en salud y educación. La calidad de vida ha mejorado con la minería, pero aún hay muchas carencias. La escasez de agua es un tema medular.

En el 2010, Espinar recibió S/.77 mlls. por canon. ¿Xstrata asesora en el buen uso de ese dinero?
Esa es responsabilidad del municipio y del gobierno regional. Pero si nos piden asesoría técnica para ejecutar el canon, estamos a total disposición.

¿Cuánto tiempo más se van quedar por allá?
La operación de Tintaya acaba el próximo año. Y allí empalmamos con la mina Antapaccay, en un plazo inicial de 20 años más. Se prevé producir 60% más que en Tintaya.

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