(EL COMERCIO). El ministro del Ambiente, Ricardo Giesecke, expresó ayer sus discrepancias a la norma publicada hace unos días por el despacho de Agricultura, la misma que fija algunos mecanismos de seguridad a los organismos vivos modificados (OVM), conocidos como transgénicos.
Según Giesecke, el ente regulador para el ingreso de semillas al país debe ser su despacho y no el Ministerio de Agricultura (Minag). Esta norma determina que el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), dependencia del Minag, realizará los controles para el ingreso de las semillas importadas a fin de descartar que sean transgénicas.
De otro lado, se mostró a favor de la propuesta legislativa que establece una moratoria para la liberación de esos productos en territorio peruano. “Quizá en cinco años más habrá mayor evidencia científica de que efectivamente no existen problemas con los transgénicos, de tal manera que la ley se pueda levantar”, sostuvo.
De otro lado, comentó que habría que dejar trabajar a los funcionarios del Ministerio de Cultura a cargo de elaborar el reglamento de la ley de consulta previa. Resaltó que somos pioneros en el tema y que, por lo tanto, hay un proceso de aprendizaje. Pidió paciencia a los inversionistas si consideran que existen demoras.
El ministro Giesecke firmó un convenio con el Gobierno Regional del Cusco para reforzar el trabajo ambiental conjunto.
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