EDITORIAl
Diario El Peruano
La nueva estrategia integral trazada por el gobierno del presidente de la República, Ollanta Humala Tasso, para luchar frontalmente contra el narcotráfico ha ganado explícito consenso en las últimas semanas por parte de Estados Unidos y la Unión Europea, donde se concentran los más grandes mercados de consumo de droga en el mundo.
Tal como lo planteara el Jefe del Estado, al asumir el mando constitucional de la nación, dicha estrategia consiste en atacar a las mafias internacionales desde varios frentes simultáneos: erradicación selectiva de cocales, cultivos y desarrollo alternativos para los campesinos, corte de suministro de insumos, combate contra las bandas armadas, persecución eficaz de lavado de activos y severo control fronterizo de los países involucrados.
Toda esta política nacional y soberana tiene que desarrollarse necesariamente en el frente externo, bajo el principio de la responsabilidad compartida entre países consumidores, naciones productoras (básicamente Perú, Colombia y Bolivia para el caso de la cocaína) y las que sirven de tránsito entre los dos extremos del mercado criminal de la droga.
El mencionado consenso multinacional también se ha reflejado en el inmediato respaldo a la iniciativa del presidente Ollanta Humala para la realización de la Cumbre Presidencial Antidrogas en 2012, donde los países afectados por el flagelo que socava la salud y la moral de nuestras sociedades y engendra más corrupción tendrán que hacer un balance de la aplicación de los acuerdos multilaterales y binacionales y, a la vez, lanzar nuevas estrategias conjuntas.
Sin embargo, en nuestro país cierto sector interesado insiste en que se debe privilegiar la erradicación compulsiva e indiscriminada de los sembríos de coca en nuestros valles altoamazónicos, a sabiendas que esa estrategia fracasó rotundamente con los gobiernos anteriores y que los cocales se incrementaron en vez de disminuir durante el régimen aprista, tal como lo han denunciado calificados expertos de Naciones Unidas.
Ante las críticas, el Presidente de la República ha enfatizado este fin de semana que el combate de su administración contra el narcotráfico será frontal, enérgico y a la vez integral; en tal sentido, ha expresado su respaldo a la labor del presidente de la Comisión Nacional de Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Ricardo Soberón.
Precisamente, el jefe de Devida informó que ese organismo contará con 20 por ciento más de presupuesto en 2012 para cumplir con su compromiso de reducir de manera sostenible las áreas de cultivo de coca. Recordemos también que el jefe del Gabinete, Salomón Lerner Ghitis, anunció en el Congreso que el presupuesto de Devida es de 120 millones de soles, de los cuales 70 millones serán para programas alternativos en las zonas cocaleras.
Al relevar la necesidad política y social de combatir el narcotráfico en todos los espacios correspondientes, el Jefe del Estado ha sido muy claro en señalar que la erradicación de los cocales es un solo aspecto del problema porque existe la perentoria necesidad de dar una alternativa económica a cientos de miles de familias campesinas, aprovechando nuestra biodiversidad y buscándoles mercados para sus productos.
Fecha:10/09/2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Colocar su Nombre y Apellido al final del comentario.